Isla Graciosa
Es la isla más septentrional de las cinco que componen el Grupo Central, clasificada por la UNESCO como reserva de la Biosfera, es la segunda más pequeña del archipiélago y también es la de los relieves menos imponentes con varias zonas planas y montañas con suaves laderas. Piedras blancas, montaña blanca o arcilla blanca, son topónimos de la isla que están relacionados con la presencia de una roca volcánica, la traquita, común en la isla y que, una vez alterada, adquiere un color blanquecino.
Santa Cruz destaca por sus casas típicas y callejuelas adoquinadas, ramificadas desde la amplia plaza central, donde destaca el quiosco de música, tanques de agua salobre y las araucarias. Furna do Enxofre es el elemento paisajístico más emblemático de la isla y corresponde a una depresión de colapso elíptico. Pico Timão es uno de los conos de escorias (lava porosa de los volcanes) más grandes y, junto con Ponta Lagoa – Arrochela está vinculada a la última erupción. El faro de Ponta da Barca, el islote Baleia, las bahías de Vitoria, Folga y Barra o Porto Afonso son otros puntos de interés.
Gastronomía
El pescado fresco se sirve tradicionalmente estofado o asado. Pero si hay productos característicos, son los dulces los que adoptaron el nombre de la isla: Queijadas da Graciosa, inspirados en la receta centenaria de las Covilhetes de Leite. La confitería local, amplia y sabrosa, también ofrece Cavacas, Escomilhas, Capuchas, pasteles de arroz o Encharcada de Ovos. El vino Graciosa, de la variedad original Verdelho, el aguardiente y los vinos aperitivos complementan el abanico de bebidas que podemos encontrar aquí.