Isla de São Jorge
São Jorge se presenta como una larga cordillera montañosa volcánica alargada de noroeste a sureste, estando integrada en el Grupo Central. La meseta de la parte más interna de la isla da paso a vertientes escarpadas y muy altas que se sumergen en el océano azul profundo o que terminan en pequeñas áreas aplanadas al nivel del mar, en las famosas Fajãs (fajanas) de São Jorge. Estas superficies planas que se forman al nivel del mar, bordeadas por acantilados más o menos imponentes que resultan de flujos de lava que avanzaron hacia el mar (como Fajã do Ouvidor), o de desprendimientos de tierra y rocas por la pendiente (como Fajã Vimes) debido a terremotos, fuertes lluvias u otras inestabilidades que afectan los acantilados.
Desde Fajã dos Cubres y de Caldeira de Santo Cristo con sus lagunas costeras, hasta las Fajãs Lávicas das Velas y Fajã das Almas es amplio el abanico de lugares para disfrutar. La costa de la isla se caracteriza por la imponente Ponta dos Rosais y la Ponta e Ilhéu do Topo, que realzan su belleza natural. Morro de Lemos y Morro de Velas son conos de volcanes submarinos para visitar. En Calheta y Topo, los pintorescos puertos son la puerta de entrada a casas e iglesias seculares con historias que contar. En Velas, el Portão de Mar acoge a los viajeros de las embarcaciones que atracan en el puerto.
Gastronomía
El queso de São Jorge probablemente será el producto gastronómico más conocido de las Azores. De pasta semiblanda o dura, con un regusto levemente picante, tiene forma redonda y pesa de 7 a 12 kg, generalmente se corta en cuñas. Nacidas y criadas espontáneamente en la reserva natural y área ecológica especial de Caldeira de Santo Cristo, las almejas son otra maravilla gastronómica exclusiva de São Jorge. Un caso raro en Europa: en Fajã Vimes puedes disfrutar de un café con un intenso sabor y aroma hecho con granos cosechados localmente.